miércoles, 6 de mayo de 2009

Recogen tejidos y proteínas de un dinosaurio que vivió hace 80 millones de años

Washington.- Científicos estadounidenses recogieron tejidos blandos y proteínas originales de los restos fosilizados de un hadrosauro que vivió hace 80 millones de años, reveló un estudio publicado hoy por la revista Science.

Según los paleontólogos de la Universidad Estatal de Carolina del Norte, su descubrimiento es una prueba de que las proteínas originales se pueden preservar con el tiempo, aun en restos fósiles. Los hidrosauros fueron dinosaurios ornitópodos con un pico similar al de un pato. En el grupo científico participó Mary Schweitzer, profesora de ciencias marinas, geológicas y atmosféricas de la Universidad, quien ya había logrado analizar tejido blando de un Tyrannosaurus Rex que vivió hace 68 millones de años. Sin embargo, ese trabajo fue considerado un hecho aislado porque se creía que una vez extraídos del lugar donde son hallados, los materiales sufren una degradación inmediata que impide su análisis. Con información de otros estudios sobre preservación, los científicos dirigieron su atención a yacimientos de piedra arenisca. Mediante una metodología que evitaba la exposición ambiental hasta que el fósil estuviera en el interior de un laboratorio, recogieron material del fémur del hadrosauro (Brachylophosaurus canadensis), encontrado en un yacimiento del río Judith, en el estado de Montana. Esta muestra fue elegida para el estudio porque había sido hallada en un lugar profundo de las piedras areniscas, señaló Schweitzer. "Sabemos que cuando se extrae el fósil de su equilibrio químico cualquier resto orgánico es susceptible de inmediato a la degradación. Cuanto más rápidamente lo sacamos y lo ponemos en un tubo clínico, mejores posibilidades tenemos de conseguir tejidos y moléculas originales", señaló. Según la paleontóloga, los resultados preliminares confirmaron esa metodología. Los científicos encontraron pruebas de material fibroso, transparente, vasos capilares flexibles y microestructuras que ya se habían visto en el Tyranosaurus Rex. Debido a la rapidez del análisis tras la extracción de los huesos, la preservación de las muestras fue incluso mucho mejor, señaló Schweitzer. La científica manifestó su esperanza de que el nuevo método ayude en el trabajo de otros científicos. "Espero que en el futuro podamos usar este trabajo como punto de partida para otras proteínas más específicas de ciertas especies. Nos dará un panorama más claro sobre todo tipo de interrogantes de la evolución", añadió.

Información recopilada por: Laura.

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