domingo, 17 de mayo de 2009

Survivalistian: Los sobrevivientes

Es inevitable que, en el plazo de un par de millones de años en el futuro, nos suceda algún evento apocalíptico que diezme la raza humana casi por completo. Sea un meteoro, la naturaleza, una epidémica, lo que sea que fuese, sucederá. Y aquí entran en escena los supervivientes, los Survivalistian. Como la palabra lo dice, los survivalistian serán los sobrevivientes de esas catástrofes. Pero la teoría propone mucho más que una raza de humanos endurecida por la supervivencia en un mundo post-apocalíptico. También dice que, si alguna vez ha de suceder, este será el momento para que la raza diverja en dos especies diferentes. Es que en las sociedades modernas, las fuerzas que podrían llevar a una separación de la raza están contenidas en suspensión. Como dijimos anteriormente, los humanos estamos en contacto unos con otros, y la mezcla de genes y culturas nos está llevando hacia los unihumans. Además, como humanos ya no tenemos competencia de otras especies, y las medicinas cancelan cualquier enfermedad heredada. “Estamos ayudando genes que se deberían haber caído de la pileta genética”, dice Peter Ward. Pero, en el caso que haya una catástrofe apocalíptica que obligue a los humanos a aislarse unos de otros, a volver a la edad de piedra, que además cancele toda nuestra tecnología, la divergencia de especies puede ser posible. ¿En qué divergiríamos? Bueno, eso ya es suponer demasiado. H.G. Wells, en su novela “La máquina del Tiempo”, trató este tema y se animó a decir que una de las razas sería subterránea (los despiadados Morlock) y otra habitaría sobre la superficie de la Tierra (los débiles Eloi). Las diferencias pueden no ser tantas. Puede suceder que una de las especies desarrolle una piel más dura que combata la radiación (si es que ha habitado en una zona radioactiva) y sea también resistente a los virus de su ambiente. Podría tener los sentidos optimizados para la zona que le tocó habitar, etc. La otra podría haber ido a habitar a una zona igual de inclemente, pero con peligros diferentes o bien podría haber encontrado un lugar donde seguir siendo humanos, cosa que los “estancaría” evolutivamente. En cualquiera de los dos casos, con el paso del tiempo (hablamos de cientos de miles de años), habría divergencia de especies. Esta divergencia es conocida como especiación. Según Stuart Pimm esto es muy posible. El biologista se animó a decir que si “hay gente que hoy en día es resistente al SIDA, incluso cuando han tenido mucho contacto con el virus, esto podría ser porque sus ancestros sobrevivieron a la plaga hace 500 años atrás.” Y, de la misma manera, eso podría suceder en el futuro, creando diferencias mucho más grandes. Y aquí llegamos al quid de la cuestión… la teoría evolutiva dicta que una de las especias eventualmente va a subyugar a la otra. Y, de la misma manera que el humano moderno le pateo el trasero a esos peludos neardentales, la raza más fuerte tratará de asimilar o eliminar a la competencia. ”Si tienes dos especies que compiten por el mismo nicho ecológico, eso termina mal para una de las dos.”, asegura Joel Garreu. “La única razón por la que los chimpancés existen es porque fueron lo suficientemente inteligentes como para quedarse en los árboles.” Para Peter Ward todo esto es ciencia ficción y afirma que “salvo que los humanos se olviden por completo de cómo construir un bote, podremos encontrar rápidamente el camino de vuelta.”

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